Julián Luque decidió no celebrar su tradicional campus veraniego debido a la pandemia y acertó. Tras dos temporadas en la Cultural quedó libro y ha estado deshojando la margarita de su próximo destino. "Las vacaciones son para desconectar y disfrutar, pero siempre estás con esa incertidumbre de que una llamada te pueda cambiar todo y puede hacer que tu familia se tenga que trasladar a otra ciudad. Con la Primera RFEF hay menos equipos y muchos filiales por lo que hay menos plazas. Luego ya en cuanto empiezas a entrenar se olvida todo y empiezas a disfrutar del fútbol. No hay nada más bonito que trabajar de lo que te gusta, aunque esos momentos de no saber dónde estarás son duros y de nervios", cuenta el torrelaveguense.