La Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte ha propuesto este martes una sanción de 30.000 euros al Burgos CF "por no separar adecuadamente a los aficionados de cada equipo en zonas diferentes de su estadio" con motivo del partido disputado el pasado 14 de abril frente al Racing de Santander y declarado previamente de alto riesgo por la propia Comisión Antiviolencia.
Este hecho hizo que se produjeran "innumerables" situaciones de alteración del orden público, discusiones, peleas e insultos entre aficionados rivales colocados en una misma grada, así como la ocupación de las vías de evacuación del recinto deportivo por aficionados de ambos equipos durante gran parte del partido, según detalla el Ministerio del Interior en un comunicado recogido por Europa Press.
Estos hechos crearon además "serios problemas" al operativo policial desplegado para este encuentro y provocó que el árbitro tuviese que detener el partido en alguna ocasión.
Separación obligatoria
La Comisión Antiviolencia recuerda que "la separación de aficiones es obligatoria para todos los clubes o sociedades anónimas deportivas organizadoras de encuentros correspondientes a competiciones de categoría profesional, que tendrán que establecer un sistema que permita dirigir y acomodar a los componentes de aficiones de los equipos contendientes, situándolos en los espacios dispuestos al efecto, a fin de que estén separadas, tal y como señala el artículo 30.1 del Real Decreto 203/2010".
Asimismo, en los partidos de Alto Riesgo, el artículo 10 de la Ley 19/2007 contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte recoge, "que la declaración de un encuentro como de Alto Riesgo implicará la obligación de los clubes de separar las aficiones rivales en zonas distintas del recinto".