Los casos de acoso escolar bajaron el pasado curso 2023-24 en Cantabria al registrarse 16 frente a los 28 del curso anterior, aunque crecieron expedientes disciplinarios de convivencia, de 142 a 159, y se duplicaron los casos de violencia externa --ejercida por parte de alumnos o familiares-- hacia los profesionales de la educación, que pasaron de 7 a 14.
Así se desprende del informe elaborado por la Unidad de Convivencia de la Consejería de Educación, que destaca que en estos tres indicadores las cifras están por debajo del 0,2% del total de la población de docentes y alumnos, lo que refleja que "tenemos un buen clima de convivencia escolar y, en general, una convivencia en positivo en los centros educativos de Cantabria".
El consejero del ramo, Sergio Silva, ha informado de estos datos en declaraciones a los medios tras presidir en el Paraninfo de la Universidad de Cantabria la reunión del pleno del Observatorio para la Convivencia Escolar, en la que se ha expuesto este informe.
En total, el protocolo de acoso escolar se activó el curso pasado en 117 casos (146 en el anterior), y de ellos se constató la existencia de acoso en 16, aunque desde la Consejería son conscientes de que "hay casos que no detectamos" y que se debe tratar de mejorar en este sentido.
Y es que el informe recoge los datos contrastados conforme a la normativa, pero los colectivos que trabajan en torno a esta problemática apuntan siempre a un número superior y el propio servicio de Psiquiatría Infantojuvenil señala que "el 30% de las consultas refieren acoso escolar", ha reconocido Silva.
En cuanto a los casos que sí se constataron, fundamentalmente se dieron en la etapa de Secundaria --sobre todo en el primer ciclo y especialmente en segundo curso--, aunque también hay "bastantes" en quinto y sexto de Primaria.
Ciberacoso y compartamiento machista
Aunque es "muy difícil" obtener un perfil de conducta concreto a través de estos casos, el consejero ha explicado que la mayoría de los expedientes disciplinarios se abrieron a chicos y se observa una tendencia de acoso hacia las chicas, que podría estar vinculada al ciberacoso, al envío de fotografías y al "rebrote e ciertos comportamientos machistas y de cosificación de la mujer, que parece también pueden tener relación con el acceso temprano a contenidos de índole sexual".
Este comportamiento es la "nota general" en todo el sistema educativo, no solo en Cantabria, ha dicho Silva, quien, al hilo, ha señalado que está disminuyendo la conflictividad vinculada al uso de dispositivos móviles y redes sociales.
Una tendencia a la que, aunque es "pronto para decirlo", podría haber contribuido la recomendación de eliminar los móviles de las aulas lanzada por Educación el curso pasado, que este año se ha convertido en obligación.
"El curso pasado dimos un paso de gigante, este año eliminando los dispositivos digitales lo que tratamos es de luchar contra esa nueva manera de desarrollarse el acoso escolar", ha apostillado el consejero.
Finalmente, Silva ha destacado que desde la llegada del actual Gobierno en 2023 su departamento ha multiplicado "más que por cuatro las acciones concretas dedicadas a la lucha contra el acoso escolar", pasando de destinar una aportación económica de 12.000 euros a 50.000 contra esta "lacra".