La consejería de Educación ha remitido una comunicación a los centros educativos cántabros en la que plantea modificaciones del protocolo de organización en la que se suspenden temporalmente las salidas pedagógicas que impliquen pernocta, con la excepción de las movilidades europeas asociadas, entre otros, a los programas Erasmus y eTwinning.
No procede, según la consejería, la organización de actividades que conlleven la concentración de distintos grupos en un mismo espacio ni la participación de las familias en dichas actividades. Lo que quiere decir que no se pueden realizar festivales de Navidad o actividades análogas en espacios interiores con alumnos de distintos grupos estables de convivencia.
Además, Cantabria ha decidido mantener los recreos y las actividades en el exterior compartidas, siempre con un uso correcto de la mascarilla y con las limitaciones de agrupaciones establecidas en el protocolo.
Reforzar la comprobación diaria
La consejería pide reforzar la comprobación diaria del estado de salud del alumnado y para que ningún miembro de la comunidad educativa acuda a los centros con síntomas relacionados con el COVID-19.
Incluso, se insiste en el mantenimiento de las medidas actuales como el uso de la mascarilla, la distancia interpersonal, la higiene de manos y la ventilación de espacios, que ha de ser cruzada en la medida de lo posible.
Aumento de las cuarentenas
La consejera de Educación, Marina Lombó, pide a las familias “que no envíen a los alumnos a los centros si tienen cualquier síntoma relacionado con la COVID”, una precaución que ha extendido a todo el personal de los centros educativos.
“De nuevo, las aulas son un reflejo de la presencia del virus en la sociedad, pero debemos ser prudentes, porque los menores de doce años, todo el alumnado de Infantil y Primaria, son los únicos grupos que no están vacunados”, ha dicho. “Queda muy poco para que se inicie la vacunación de niños y niñas de cinco a doce años, es necesario reforzar las medidas hasta que ese momento llegue”, ha finalizado.