Un grupo de hosteleros cántabros volvía a increpar a Miguel Ángel Revilla. En esta ocasión lo hacía a la salida del Restaurante La Capitana en Santander, donde había comido con representantes "de una importante empresa de Cantabria".
En el vídeo se puede escuchar a un hostelero decir a Revilla que hay "familias muriéndose de hambre por su decisión y usted comiendo en el interior de La Capitina", conocido restaurante de Santander. "Es vergonzoso" dice el hostelero que graba el vídeo que ha circulado en las últimas horas por Whatsapp y distintas redes sociales.
Miguel Ángel Revilla comienza una conversación con los hosteleros en los que le acusan de "mentiroso" y de "no terner vergüenza". Una conversación que el presidente intenta zanjar con un "este sitio está autorizado".
Durante la tarde, Revilla llegó a ser TT en Twitter. Red social que el presidente utilizó para dar explicaciones de los sucedido. "Para que quede claro, he comido en un lugar abierto y ventilado, no en un espacio cerrado, invitado por una importante empresa de Cantabria" explica el líder regionalista junto a un vídeo del lugar.
Revilla, TT en Twitter
El vídeo ha provocado que Miguel Ángel Revilla haya sido TT en Twitter y que varios políticos nacionales lo hayan compartido.
Hosteleros que siguen a Revilla
Miguel Ángel Revilla recibía el pasado 13 de abril, en su centro de salud habitual de la localidad cántabra de Astillero, la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus. A su llegada al ambulatorio, un grupo de hosteleros le recibía con gritos de “más Ayuso y menos Revilla”. Con los gritos de reproche de una veintena de hosteleros cántabros, comenzaban los 'escraches' que el presidente Revilla ha ido viviendo en las últimas semanas.
El presidente de Cantabria llegaba al Centro de Salud de Astillero para recibir la primera dosis de la vacuna de Pfizer. Allí, lo esperaban una veintena de hosteleros. Mientras el regionalista se acercaba a pie, comenzaban los gritos contra la gestión del Gobierno y el cierre del interior de la hostelería.
Entre gritos de “fuera, fuera”, “más Ayuso y menos Revilla” y “¿dónde están las ayudas?”, uno de los hosteleros hablaba con el presidente cántabro.
