El Ayuntamiento de Santander insta a los vecinos a hacer un uso responsable de la pirotecnia durante esta Navidad, sensibilizando así sobre los efectos perjudiciales que tiene para las personas con trastorno autista, hipersensibilidad sensorial y para los animales de compañía.
Así lo ha solicitado el concejal de Protección Ciudadana, Eduardo Castillo, quien ha explicado que el Ayuntamiento es “consciente de que el uso de la pirotecnia es excepcional y sinónimo de alegría y celebración”, pero ha pedido la colaboración de todos “para minimizar el sufrimiento de una parte de los santanderinos”.
Así, se ha referido a las personas con trastornos autistas, con hipersensibilidad auditiva, bebés y ancianos, que al poseer un sentido del oído más potenciado padecen especialmente las consecuencias de la pirotecnia.
También ha hecho referencia a los numerosos estudios veterinarios que estiman que casi la mitad de los perros (el 45%) muestra señales de miedo y nerviosismo cuando escuchan petardos o fuegos artificiales.
Eduardo Castillo ha recordado que la ordenanza de convivencia ciudadana prohíbe portar mechas encendidas o explosionar petardos, cohetes y toda clase de artículos pirotécnicos que puedan producir ruidos o incendios sin autorización previa de la Administración municipal y que esa misma ordenanza tipifica esos actos como graves, con multas de entre 750 y 1.500 euros.