"No hemos estado en la reunión de Madrid porque no nos invitaron", ha señalado Ruiz en declaraciones a los periodistas al ser preguntado por el encuentro celebrado el pasado viernes en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, entre la alcaldesa de Santander, Gema Igual; y los directores del Museo y del Archivo, Manuel Borja-Villel y José María Lafuente, respectivamente.
Ramón Ruiz ha dicho que se alegra de que la reunión "haya ido bien", porque el Gobierno de Cantabria siempre ha considerado que "tener una sede asociada al Reina Sofía es muy positivo", por lo que ha lamentado que se haya "excluido" al Ejecutivo regional de un proyecto "interesante", la tratarse de un "centro de primer nivel".
"Estamos todavía a la espera de que nos den una explicación de esa exclusión y de que contesten al escrito que mandamos para buscar una vía de colaboración", ha dicho el consejero.
Y ha insistido en que siente "alegría de que vaya para adelante el Reina Sofía y tristeza por estar excluidos del proyecto".
Y en cuanto a la posibilidad de que aún haya tiempo para que el Gobierno de Cantabria participe en el proyecto, Ruiz ha respondido que el Ejecutivo siempre ha estado dispuesto a ello "si se encuentran las vías económicas y jurídicas adecuadas".
El consejero se ha expresado así antes de inaugurar en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander un curso sobre "Arte rupestre y turismo cultural", que para Ramón Ruiz es muy oportuno por la necesidad de reflexionar sobre los flujos turísticos y su relación con el patrimonio de arte rupestre.
Ramón Ruiz ha destacado que hay que convertir el arte rupestre en un polo de desarrollo, pero velando por una adecuada conservación de un patrimonio que es "muy frágil" y de gran importancia para la comunidad autónoma.
El consejero ha recordado que 2017 es el Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo en el que también se está reflexionando sobre la necesidad de velar por la conservación de lugares como Macchu Picchu, la Gran Muralla China, los Templos de Angkor o Venecia.
También el coordinador del Plan de Conservación Preventiva de Altamira, José María Ballester, ha destacado la necesidad de afrontar el "problema" de los flujos turísticos y su impacto en los bienes culturales.
"Es un problema de sociedad, que nos afecta a todos", ha afirmado Ballester, quien considera que la situación actual demanda cumplir con la "obligación" de elaborar un nuevo modelo de turismo para los bienes culturales.
