El alcalde de Albacete, Emilio Sáez, realizó este agradecimiento a través de 15 niños, acompañados de sus madres, que forman parte del programa de alejamiento por violencia machista, Alzando la voz, llevado a cabo por Cruz Roja Española en Albacete, y ha puso en valor la labor que realiza la institución humanitaria en la atención a las víctimas de violencia machista.
Emilio Sáez ha agradecido a Cruz Roja Española en Albacete, con su presidente Francisco Pérez del Campo a la cabeza, el desarrollo de estas acciones que contribuyen a fomentar la participación social de los hijos e hijas de víctimas de violencia de género, como es en este caso, a través de talleres de Autoexpresión y empoderamiento, facilitando el conocimiento de los derechos de la infancia y su puesta en práctica.
“Las personas que no han tenido dificultades en su desarrollo vital quizá no son conocedoras de que sí hay personas que han sufrido, desarraigo, falta de recursos o falta de empatía, pero es una realidad que está ahí, y que desgraciadamente afecta a muchas personas”, ha reflejado el alcalde.
Como resultado final del trabajo realizado durante el año 2022, los niños han preparado una carta dirigida al alcalde de Albacete, que han tenido la oportunidad de leer y en la que han trasladado a Emilio Sáez sus deseos y peticiones para conseguir una sociedad más igualitaria y dar a conocer su situación.
“Todos y todas somos diferentes, pero tenemos algo en común, en casa vivimos solo con nuestras madres y hermanos o hermanas porque en nuestras casas hemos vivido violencia de género”, decía la carta, en la que han trasladado al alcalde la necesidad de protección “para que a otros niños y niñas no les pase lo mismo que a nosotros” y psicoeducación para la prevención de la violencia de género.
Además, a través de esta carta, los usuarios del programa Alzando la voz, han pedido al alcalde la difusión de los derechos de la infancia en centros educativos, deportivos y espacios donde la infancia tiene presencia “para que conozcamos nuestros derechos, y también en espacios donde solo estén las personas adultas, porque a veces se les olvida que tenemos derechos”, así como el respeto a la opinión de los y las niñas: “no se nos tiene en cuenta y para mejorar eso creemos que también nos tienen que pedir la opinión y escucharnos”, concluían.
