El ahogamiento en playas y piscinas es el responsable directo de 236.000 muertes cada año en el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud, y de 400 fallecimientos anuales en España. Además, por cada persona ahogada, entre 3 y 5 requieren atención urgente por algún incidente relacionado con el agua. En la gravedad de los incidentes acuáticos influyen de forma decisiva los bulos que circulan por redes sociales y los mitos transmitidos de generación en generación, según advierten la Sociedad Española de Emergencias (SEMES) y el Instituto #SaludsinBulos. Estas dos organizaciones se han unido para elaborar el Decálogo de mitos sobre incidentes en playas y piscinas y desmontar estas falsas creencias, que ponen en peligro la seguridad de los bañistas y perjudican las labores de prevención.
“Este informe es pionero en abordar los mitos y bulos relacionados con los incidentes acuáticos y con las labores de prevención de los socorristas. Es un decálogo que arroja luz y evidencias sobre un problema global de salud y seguridad a menudo subestimado”, asegura Carlos Mateos, coordinador de #SaludsinBulos. Entre los bulos más extendidos se encuentran algunos relacionados con la prevención del ahogamiento, como el uso de manguitos y flotadores para niños.
Proporcionan una falsa seguridad a los responsables de los menores disminuyendo la atención y vigilancia, pero no hay ninguna prueba de su seguridad, según alerta el informe. En este sentido, hay que tener en cuenta que la mayor parte de ahogamientos en menores de cuatro años ocurren por descuidos de los adultos y suelen suceder en piscinas particulares.
“El único material que está recomendado para la flotación de los bañistas es el chaleco salvavidas, aunque ningún dispositivo de flotación impide por sí solo un ahogamiento”, explica Roberto Barcala, coordinador del Grupo de Trabajo de Socorrismo de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES).
Mitos de remedios caseros
En cuanto a los remedios caseros para la asistencia sanitaria en el entorno acuático, uno de los mitos que lleva con nosotros varias generaciones es el de orinar sobre picaduras de medusa. Cada año se producen 150 millones de picaduras de medusas en el mundo y hay que saber cómo actuar ante la posible gravedad de estas, pues su número aumentará en los próximos años con el cambio climático.
Así, orinar no sirve de nada e, incluso, puede provocar mayor descarga de veneno. “En caso de picadura, en primer lugar, hay que retirar los filamentos que todavía contienen toxicidad y la aplicación de frío, calor u otros elementos como el vinagre deberá realizarse bajo recomendación sanitaria, ya que no todas las medusas requieren el mismo tratamiento”, comenta Roberto Barcala.
Por último, otro bulo muy popular en primeros auxilios de bañistas es que es necesario colocar a la víctima ahogada boca abajo para vaciar el agua de los pulmones. El informe de SEMES y #SaludsinBulos aclara que esta práctica es inútil y supone una pérdida de tiempo, al no combatir la causa principal del ahogamiento, que es la hipoxia.