Las flores de Pascua prefieren las temperaturas suaves, no quieren congelarse ni morir de un golpe de calor, por lo que necesitarán estar bien protegidas los días en los que el frío manchego hace acto de presencia. La que viste de rojo se ha convertido en la reina de la Navidad por excelencia, aunque hay poinsettias de tonalidades muy diversas. Detrás de sus fascinantes colores, hay un minucioso trabajo de cultivo, los profesionales emplean una sofisticada técnica perfeccionada a lo largo de los años para facilitarnos su cuidado.
Los expertos de Stars for Europe (SfE), la iniciativa que representa a los principales productores de poinsettia en 22 países europeos, te dan los mejores consejos para asegurarte de que sus brácteas conserven su distintivo color durante mucho tiempo.
1. Las flores de Pascua prefieren los ambientes cálidos de invierno, así que elige plantas que estén situadas en el interior de las tiendas en lugar de las que estén cerca de las entradas o en el exterior, ya que a las poinsettias no les gustan las corrientes de aire frío.
2. Elige plantas con hojas de color verde intenso y uniforme, y brácteas de colores vivos. Una poinsettia sana no debería mostrar signos de amarilleo o caída de las hojas, así que fíjate bien.
3. Una vez elegida, envuélvela bien para el viaje hacia casa. Nunca dejes las poinsettias en un coche helado mientras aprovechas para hacer otras compras, ya que no se llevan nada bien con los descensos bruscos de temperatura.
4. No dejes que pase frío. Debes mantenerla a una temperatura de entre 15 y 22 grados centígrados y protegerla de las corrientes de aire frío.
5. No se merece estar “castigada” en un rincón sombrío. Estas flores prefieren un lugar luminoso, la luz filtrada es preferible a la luz solar directa y fuerte para proteger sus hojas de quemaduras, aunque en invierno esto no debería ser un problema.
6. Películas, postales, anuncios de publicidad... Seguramente hayas perdido la cuenta de las veces que has visto la idílica imagen navideña en la que aparecen las flores de Pascua rojas junto a una chimenea. Pero si aprecias la vida de tu poinsettia, no la achicharres, mantenla lejos de chimeneas, quemadores de leña y/o radiadores.
7. Ponerles agua en exceso es uno de los errores más comunes, la moderación es clave: riégalas sólo cuando la superficie del compost esté casi seca.
EL SECRETO ESTÁ EN LAS HOJAS
Las hojas amarillas o colgantes nos indican que sus raíces están dañadas y la causa más común suele ser el exceso de agua, mientras que la causa de la pérdida de hojas de la poinsettia cuando éstas todavía están verdes es el aire frío o las corrientes de aire. Asimismo, las hojas secas indican que no tienen suficiente agua. Por último, si las hojas están manchadas o tienen las puntas marrones, la planta no tiene los nutrientes que necesita y deberás añadir regularmente un poco de abono al regarla.
Para disfrutar de tus poinsettias durante el mayor tiempo posible, es recomendable comprarlas directamente en viveros o centros de jardinería, donde puedes pedir consejos para su cuidado a especialistas.