Un nuevo hallazgo “de relevancia nacional” encontrado en la Alquería Andalusí de La Graja en Higueruela durante la pasada campaña de excavaciones. Se trata del ejemplar completo de una oveja que los análisis del Carbono 14 han fechado entre el año 1025 y el año 1050 d.C. (siglo XI), “un período histórico que se enmarca entre finales del califato y el inicio de los reinos de taifas; lo que la convierte en un ejemplar casi único”.
Así, lo han anunciado el vicepresidente de la institución provincial, Fran Valera, junto a la alcaldesa de la localidad, Isabel Martínez; al director del Instituto de Estudios Albacetenses ‘Don Juan Manuel’ (órgano dependiente de la Diputación de Albacete), Antonio Selva; a uno de los codirectores de la excavación y técnico superior de la Escuela de Estudios Árabes del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Pedro Jiménez; y a la investigadora principal del Grupo de Investigación de Paleoeconomía y subsistencia de las sociedades preindustriales también del CSIC, Marta Moreno García.
Además, todos han coincidido en subrayar que el yacimiento arqueológico de La Graja es un referente nacional para el conocimiento de la vida en las tierras del secano de Al-Ándalus “y el origen del paisaje humano que ahora tenemos en La Mancha”. De hecho, Marta Moreno ha aclarado que este descubrimiento que se ha dado a conocer y sus características suponen algo “inusual en el panorama ibérico de las alquerías, abriendo la puerta a revolucionar el mundo de las alquerías que se conocían sólo a través de texto, porque aquí vamos a tener la evidencia directa”.
En este sentido, el vicepresidente de la Diputación, Fran Valera, ha apuntado que de la mano de esta Alquería Andalusí se está accediendo a información muy relevante en torno a cómo vivía “el Ál-Andalus pobre”, señalando que hasta la fecha se habían realizado más esfuerzos en torno a la parte más ostentosa de éste, al tiempo que ha recordado que lo que ahora ve la luz desde Higueruela es muy importante porque “la historia la escriben las clases más humildes”.
Valera reitera el apoyo de la Diputación a la conservación del patrimonio arqueológico “que, además, de ayudarnos a conocer nuestra historia y nuestra identidad, sirven para dinamizar económica y turísticamente nuestros pueblos”
“Las singularidades” del ejemplar de oveja hallado
De hecho, “la singularidad” de este ejemplar de oveja llevó a la dirección de las excavaciones a solicitar el estudio y análisis del ejemplar al CSIC. Siendo la experta en zooarqueología, Marta Moreno, la encargada de analizar los restos óseos localizados, determinando tanto su cronología como sus características físicas y sus patologías, las enfermedades que sufrió, así como la edad de la muerte de la oveja.
Precisamente, ha sido Moreno quien ha dado los detalles de los primeros estudios realizados sobre el ejemplar, en los que se revela que se trata de un tipo de oveja de menor alzada, mucho más pequeña que las actuales y que alcanzó la madurez, calculándose que vivió entre 6 y 8 años. Además, ha detallado que la dura y azarosa vida de estos rebaños, sometidos al riguroso clima albaceteño, a la trashumancia por la región y al acoso de depredadores, hicieron mella en esta oveja, mostrando en sus huesos patologías relacionadas con la alimentación, enfermedades y daños que podrían vincularse a la exigencia del pastoreo.
Junto a esto, los expertos han arrojado más información en torno a las formas de vida de la época, apuntando que este ejemplar de oveja de La Graja y los rebaños que configuraron, nutrieron a los famosos talleres textiles de ciudades medievales como Chinchilla, Iniesta o Cuenca, cuyos tapices, alfombras y tejidos tuvieron amplia fama en todo el Mediterráneo, llegando su prestigio hasta ciudades como El Cairo, tal y como lo citan los geógrafos árabes de Al-Ándalus.