El azote de la sexta ola del coronavirus se ha notado en muchos sectores, pero especialmente en las empresas que ejecutan su labor en interior. Los gimnasios, por ejemplo, se han visto mermados también por cancelaciones de clases que han modificado la manera de entrenar. Ahora, son muchos los que optan por entrenamientos personales, alejados de grupos, para continuar así con su actividad deportiva de una manera más segura. Así lo admitía Ángel Grande, responsable de Hobby's Centro Deportivo.
Los más afectados han sido los monitores que trabajan en los centros deportivos. Una gran mayoría son autónomos y cobran en función de las clases que dan, que se han tenido que suspender en muchos casos.
Desde este gimnasio parecen no tener miedo a la implantación de nuevas restricciones, porque ellos ya tomaron la decisión, por prudencia, de mantener sus aforos al 50 por ciento desde el pasado mes de junio por lo que de reducirse "podríamos tener a lo mejor una o dos personas menos en clases, lo que no nos afectaría mucho", según indica el gerente de Hobby's Centro Deportivo.