Efectivos del Equipo de Investigación de la Guardia Civil de La Roda, en el marco de la operación “GAONERA”, han detenido a un vecino de esta misma localidad, de 50 años de edad, como presunto autor de hasta doce delitos de robo con fuerza en viviendas de la localidad rodense
El detenido contaba con amplio historial de antecedentes policiales, en su mayoría por delitos contra el patrimonio y orden socioeconómico, de similares características a los doce delitos esclarecidos por la Benemérita.
La Guardia Civil de La Roda había tenido conocimiento de una serie de robos, con fuerza, cometidos en viviendas de su localidad, en los cuales su autor, mediante escalo o forzamiento de puertas, ventanas y otras vías de acceso a los inmuebles, accedía a ellos para sustraer diversos efectos de valor. En uno de estos robos, el autor llegó a serrar los barrotes de hierro de una ventana, arrancando en otro las rejas que protegía otra de ellas.
Desde el inicio de las investigaciones, la Guardia Civil comprobó que en todos los robos se seguía un mismo modus operandi, lo que llevó a pensar que, detrás de ellos, estuviera la misma persona y que posiblemente residiera en la misma localidad donde cometía los ilícitos penales.
Según avanzaban las pesquisas, los investigadores centraron sus pesquisas en varios vecinos de La Roda, de los que había tenido conocimiento que pudieran estar relacionados con los robos investigados, alguna de ellas con numerosos antecedentes policiales por delitos contra el patrimonio, siendo finalmente identificado y más tarde detenido el autor material de los robos.
MODUS OPERANDI
La Guardia Civil pudo comprobar como el detenido realizaba vigilancias de las viviendas en las que pretendía robar, en distintos tramos horarios del día, marcando las puertas con señuelos que ponía en los marcos de las puertas para comprobar que en estos domicilios no había entrado nadie que le pudiera sorprender.
Pasados unos días volvía a visitar estas viviendas en horario nocturno y tras comprobar que las marcas seguían en las puertas, accedía a su interior mediante escalo, por ventanas y balcones de plantas superiores, por el tejado o por patios interiores, cometiendo los robos con gran sigilo, marchándose a pie una vez consumados.
El detenido aprovechaba que muchas viviendas no estaba habitadas, al tratarse de segundas residencias o ser sus propietarios personas de avanzada edad que se habían ido a vivir con otros familiares, quedando por lo tanto vacías y factibles de consumar los robos.