La Gerencia de Atención Integrada de Albacete, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, SESCAM, ha implantado un programa de apoyo para pacientes con problemas de comunicación verbal en unidades de críticos.
Con esta iniciativa se pretende mejorar la comunicación entre el paciente con los profesionales y familiares, repercutiendo en una atención de más calidad y que sirva como herramienta para la resolución de problemas.
Como han explicado los profesionales sanitarios, “los pacientes críticos perciben la incapacidad para hablar como el evento más estresante que experimentan durante su paso por estas unidades, siendo susceptibles en el desarrollo de otros problemas que empeoran su situación, como pánico, inseguridad, trastornos del sueño y elevados niveles de estrés”.
Ante estas situaciones, surgió la idea de promover el uso de sistemas de comunicación. Así, en el transcurso de las pasadas jornadas de Humanización promovidas por la Gerencia de Atención Integrada de Albacete se presentó este proyecto propuesto desde las unidades de Críticos y en el que han participado activamente Mari Luz Guerrero, María José Víllora, Carlos Martínez, María Dolores Sáiz y Carmen Carrilero.
El programa se ha extendido también a la UCI Pediátrica y la Unidad de Cuidados Respiratorios Intermedios. La dificultad de comunicación verbal afecta a perfiles de pacientes con patologías muy diversas: cirugía maxilofacial, otorrinolaringología, neurología, neurocirugía o pacientes traqueotomizados. En cualquier caso, están limitados a la hora de comunicarse con los profesionales y con sus familiares.
Para superar este obstáculo y seguir el camino de mejora continua en la atención sanitaria, se ha ideado este proyecto, avalado por una de las líneas estratégicas del Plan de Humanización en los Cuidados Críticos. Así lo ha señalado el responsable de Humanización de la Gerencia de Atención Integrada de Albacete, José Miguel García Mollá.
Ahora los servicios de críticos del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete disponen de dos elementos para favorecer esta comunicación. Un tablero con pictogramas diseñados para este proyecto y pizarras borrables. Con estas dos herramientas, los pacientes pueden indicar sus necesidades, sugerencias o sentimientos. El uso de la escritura o el dibujo permite superar este déficit.
En el desarrollo de este proceso de mejora comunicativa, los profesionales sanitarios de las unidades de críticos analizan la estrategia y sus resultados, valorando si ha sido efectiva, si ha generado apatía o ansiedad y si es preciso poner en marcha otro método más idóneo para cada paciente.
En último término, el personal de enfermería trabaja para comprender, de manera individualizada, las necesidades comunicativas de cada paciente. Programas como el que acaba de implantarse aumentan la capacidad de los profesionales y las posibilidades de los pacientes para relacionarse en el entorno hospitalario.