El artista albaceteño José Luis Serzo ha culminado el prototipo de la escultura que en homenaje al cineasta José Luis Cuerda se instalará en la Plaza del Altozano, en las inmediaciones de la Filmoteca Municipal de Albacete.
El vicealcalde y concejal de Cultura, Vicente Casañ, ha conocido este primer prototipo de la escultura, elaborado en resinas y otros materiales, con un acabado policromado, y donde se aprecia “el sello de uno de los artistas albaceteños con mayor personalidad, Serzo, que sin duda ha sabido concentrar en esta obra la genialidad del creador de ‘Amanece que no es poco’”, ha opinado Casañ.
Este prototipo será enviado en breve a fundición en bronce y posteriormente se procederá a su colocación en el corazón de la ciudad, perpetuando la memoria del guionista, director y productor de cine de Albacete, José Luis Cuerda, fallecido en febrero de 2020, ganador de dos premios Goya e impulsor de la comedia surrealista, dejándonos títulos cumbre del cine español.
José Luis Serzo cuenta que repasó algunos de estas películas antes de sentarse a dibujar, en papel, mediante bocetos, lo que más adelante plasmaría en esta obra escultórica que, confiesa, le hace mucha ilusión llevar hasta Albacete.
Sobre José Luis Serzo (Albacete, 1977)
José Luis Serzo es ya un artista con sello propio en el presente estético nacional, creador multidisciplinar donde los haya, constructor de un universo propio. Si algo caracteriza a su obra es el uso del relato en sus creaciones, ya sea pintura o escultura, pintura o dibujo, instalaciones, proyecciones y textos, hasta el audiovisual, todo cabe en su creación, pero siempre siguiendo un relato, narrando una historia; construyendo mundos que trascienden a la realidad, desde el positivismo, protagonizados por seres imaginarios, a la vez reales, como si habitasen un mundo de sueños.
El escritor, critico de arte, ensayista y poeta Juan Manuel Bonet, ex director del Museo Reina Sofia y del Instituto Cervantes, ha señalado el discurso creador de José Luis Serzo como “una de las voces más poderosas y personales de una figuración actual cuyos protagonistas, aunque muchas veces inatendidos por el poderoso sector de la crítica y de la museografía que es manifiestamente hostil a la pintura, van logrando hacerse escuchar (…) un hombre-orquesta en perpetuo movimiento. De imaginación desbordante, vertiginosa, pinta con mucho saber hacer y es un consumado dibujante”