El juzgado da por probado que en la mañana del 19 de julio de 2020, como consecuencia de la detección de casos positivos por COVID-19 entre 400 temporeros con asentamiento en la Carretera de las Peñas, se envió a agentes de Policía Local, produciéndose una serie de disturbios al romper más de cien temporeros el cordón de vigilancia policial, cortando carreteras y calles.
Debido a estos desórdenes, prácticamente todo el turno diario de servicio de Policía Local tuvo que intervenir para tratar de garantizar la seguridad de los ciudadanos, junto con Policía Nacional. Los agentes intervinientes tuvieron un contacto estrecho con los temporeros, muchos de los cuales no llevaban ni mascarillas ni ningún tipo de protección.
Por parte de los temporeros se procedió a escupir a los agentes, al grito de "si yo estoy contagiado, tú y tu mujercita también", según considera probado la sentencia. En el dispositivo, en distintos momentos, participaron unos 20 agentes de Policía Local.
Este hecho fue puesto en conocimiento del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales del Ayuntamiento de Albacete por parte del Delegado de Prevención a primera hora de la mañana del lunes día 20 de julio solicitando que se realizaran las pruebas PCR pertinentes de detección del COVID a los agentes intervinientes, hechos ante los que no se decidió ningún aislamiento preventivo.
Tras realizar medio millar de pruebas PCR a los temporeros, no hubo información por parte del Ayuntamiento en cuanto a sus trabajadores, y no fue hasta el día 22 de julio cuando se puso en marcha la realización de pruebas PCR a los policías.
A pesar de las indicaciones de la delegada de Sanidad, el servicio de prevención del Ayuntamiento no se puso en contacto con los agentes intervinientes ni para aislarlos ni valorarlos, ni les fueron realizadas prueba PCR. El Sindicato de Policía Local ya denunció en su día que no se realizaron pruebas PCR y no se procedió al aislamiento preventivo.
Pocos días después, los agentes intervinientes en contacto estrecho con los temporeros, de los cuales muchos de ellos dieron positivo en COVID y otros son contactos estrechos de éstos, a pesar de haber comunicado la incidencia, desde el día 19 de julio de 2020 no fueron aislados en ningún momento y estuvieron trabajando junto al resto de la plantilla, y realizando su vida normal con sus familiares y contactos sociales.
A partir del 18 de agosto de 2020, un mes después de lo ocurrido, la empresa de prevención de riesgos se empezó a poner en contacto telefónico con los integrantes del dispositivo del 19 de julio para darles cita para hacerles el test rápido de detección de anticuerpos coronavirus.
Los agentes que participaron en el dispositivo del día 19 de julio, estuvieron sin valorar para su posible aislamiento, y sin realizarles ninguna prueba de detección del virus a pesar de ser contactos estrechos, tiempo éste en el que continuaron prestando servicios en los turnos que le correspondían.
Ahora, llegaría el momento de pedir indemnizaciones si así lo desean los agentes afectados.