El Ayuntamiento de Ossa de Montiel tomó una decisión polémica antes de la llegada de la temporada estival al decidir cobrar un euro a cada bañista que decidiera darse un chapuzón en alguna de las nueve lagunas que están inmersas dentro del Parque Nacional de Ruidera. La estrategia consistorial ha generado 33.000 euros destinados a las arcas municipales que han servido para paliar los gastos generados por el aumento de personal al que les obligaban los protocolos covid, según han explicado desde el consistorio local.
Las principales contrataciones, de veinticinco socorristas, han servido para ofrecer seguridad en uno de los destinos turísticos de interior más demandados en la provincia de Albacete. El primer edil, Alejandro Chillerón, explicaba las cifras que se manejaban en Ossa de Montiel.
Las Lagunas de Ruidera suelen recibir en torno a medio millón de visitantes durante todo el año. Entre doscientos mil y trecientos mil de ellos se aglutinan sólo entre los meses de julio y agosto.