Un caso de maltrato animal sobrecoge al país. Ocurrió en Hellín. Una trabajadora municipal de limpieza encontró un perro en el interior de una bolsa, con otra bolsa en la cabeza, y en el interior de un cubo de basura.
Fue trasladado a una clínica veterinaria donde comprobaron que presentaba heridas compatibles con golpes, fracturas y el cráneo abierto al haber recibido un disparo.
Tras varios días ingresados, terminó muriendo. La Fundación Animal Rescue busca justicia para Tobi y también lo hacen desde el Refugio de Sori.
En una primera revisión antes del traslado hospitalario se procedió a la lectura del microchip, tras lo que se dio parte al propietario, "una persona del pueblo que estaba cerca del lugar donde se encontró al animal", ha señalado a Europa Press el director de la Fundación, Fran Díaz.
Al llegar, "no preguntó por el estado del animal y no se le vio ninguna empatía", tras lo que "cedió el perro a la protectora".
Ya en su ingreso hospitalario, se comprobó más allá de las fracturas que tenía un ojo "destrozado", varios golpes en la cabeza y una "anemia brutal" que llevaron a Tobi a un "estado de shock".
"Respiraba con normalidad y por eso le quisimos dar una oportunidad aunque el resto de parámetros estaba fatal, y se le ingresó. Pero el jueves entró en parada y ya no se pudo hacer nada", explica Fran, que detalla que incluso Tobi conservaba restos de perdigón en la espalda.
Ahora, se está a la espera de que el Seprona investigue el caso para, al menos, "quitar el resto de animales que tiene a su cargo" el presunto autor de la agresión a Tobi.