La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Castilla-La Mancha lleva meses denunciando y poniendo el grito de alarma sobre la complicada situación que atraviesan algunas zonas de la provincia de Albacete. Viñedo, olivar, cereal y ganadería sufren las consecuencias de esta tendencia a la sequía permanente, ante la que habrá que tomar medidas pues se ha convertido en una situación casi de permanencia. Desde la organización aseguran que "la situación de sequía en la provincia de Albacete ya no sorprende a nadie. El hecho de que no sorprenda no significa que sus efectos estén siendo de lo más perjudiciales para el campo albaceteño que ve, cosecha a cosecha, como sus cultivos sufren de manera tremenda los efectos de una tendencia que parece no revertirse. El año pasado se calificó como catastrófico; este año la tendencia es peor todavía, y puede convertirse en estructural, con los perjuicios económicos y sociales que ello implica"
En este sentido se explican también diversos agricultores de zonas como Montealegre del Castillo, o la Manchuela, donde incluso se han remitido escritos de apoyo para tomar medidas a diferentes Ayuntamientos afectados. El presidente de la Cooperativa de Montealegre del Castillo, Andrés Constan, matizaba algunas de estas cuestiones: “La situación está peor que el año pasado. Eso lo sabemos todos. Lo vemos en ganadería, por ejemplo. Desde diciembre apenas hemos podido pastorear quince días”, haciendo referencias a las escasas precipitaciones que están cayendo en la provincia de Albacete, y en el sureste concretamente.
Es la ganadería, pero también el cereal, donde se augura que el siniestro en cereales puede que sea del 100 %, mientras que el año pasado fue en torno al 80/90 por ciento; una comparativa terrible en dos campañas consecutivas. Por otro lado, los efectos sobre el viñedo son demoledores, asimismo. Brotaciones parecidas a las del año pasado, que ya brotaron mal y “ahora lo siguen haciendo. Sale poca muestra. En hondos y terrenos fuertes, la brotación es mínima; los terrenos frescos que mueven mejor empiezan a pararse. Como mucho, se salvan los riegos en terrenos fértiles”. Una situación que se repite en cultivos como el almendro, que queda a expensas de cómo venga el tiempo para terminar de criar el fruto y que salga la almendra en condiciones normalizadas. Con el olivar también se mira de manera continuada al cielo, a expensas de la floración confiando en que no suceda como el año pasado, en que el calor hizo caer la flor.
Medidas urgentes
Desde UPA plantean la adopción de medidas urgentes. En coordinación con el sector, ayudas, subvenciones, dotaciones de agua para leñosos; es decir, medidas que den opciones de futuro a los agricultores. Al ser un año tan seco, que deriva del año anterior, también de sequía, se empieza a consumir pronto, cuando las dotaciones de agua ya son bajas de por sí. Agricultores y ganaderos se quedarán sin su dotación antes de tiempo, como ya está sucediendo, con lo que ello implica. Una situación que hace recomendable esta mejora en las dotaciones.
La implementación de medidas es crucial para mitigar los efectos de la sequía en la provincia de Albacete, a medio y largo plazo. De hecho, confederaciones hidrográficas como la del Júcar declaró la situación de sequía en toda su demarcación en fechas recientes; así como el balance hídrico de la AEMET que indica que el déficit de precipitación se encontraba entre el 25% y el 50% en toda la provincia.
La organización agraria reclama ayudas como las posibles por declaración de zona desfavorecida; ayudas por muy bajos rendimientos. Se necesita una implicación mayor de las administraciones a quienes ya se ha comunicado el momento que atraviesa la provincia.