Ataviado con la capa de su hermandad del alma, portando la imagen de la titular, la Virgen del Gran Dolor, mientras va tocando el tambor; prosigue su ruta al Hospital Gregorio Marañón para cumplir la promesa.
"En casa tienen mucha fe a la madre celestial, y confía en que ayudará a su padre a superar la operación de cáncer a la que será sometido en el centro hospitalario madrileño. Ya lo hizo en su momento con el pequeño de la familia aquejado de asma".