La vivienda es un derecho de la humanidad, muy ligado al acceso al resto de los Derechos Humanos, siendo una garantía para que las personas vivamos con plena dignidad

El director del Centro Samaria hace una radiografía sobre las personas sin hogar en tiempo COVID

José Álvarez García Botija, director del Centro Samaria, recuerda que el próximo domingo 25 de octubre se celebra el día de la campaña de personas sin hogar organizada por Cáritas española. Con el lema NO TENER CASA, MATA, se quiere seguir sensibilizando por la situación de tantas personas que en España sufren esta situación de vulnerabilidad.

Marcos Galván

Alcázar de San Juan |

Si miramos el contexto en el que nos encontramos con la situación generada por la pandemia COVID19 afirmaciones como “la vivienda se ha convertido en la primera línea de defensa frente al coronavirus” (Leilani Farha, Relatora NN.UU. para una vivienda adecuada), las medida dirigidas a la población como aumentar las medidas de higiene, quedarse en casa o el distanciamiento social estricto, no son realistas ni posibles para las personas que viven en la calle.

La inestabilidad residencial, vivir en una vivienda inadecuada o insegura, impacta directamente en el bienestar emocional y en la salud psíquica de las personas que viven en hogares vulnerables, las cuales tienen diez veces más riesgo de sufrir peor salud. Así cuando afirmamos que “No tener casa mata” se pone de relieve que no tener un hogar, además del impacto que supone en la salud y en el estado físico y psicológico de las personas, impide disfrutar de la función vital y social; las relaciones sociales de la vivienda como espacio de protección, donde cuidarnos, acceder y disfrutar de los derechos fundamentales como personas plenas. Una reivindicación que venimos poniendo en valor en nuestras campañas desde hace muchos años.

En esta campaña se lanzan propuestas concretas para mejorar la situación de estas personas:

· Es urgente una ley estatal de garantía de acceso a la vivienda donde se incluyan todas las situaciones de exclusión residencial/sinhogarismo.

· Es necesario incrementar el esfuerzo en la rehabilitación y el mantenimiento del parque de viviendas y promoción de viviendas en alquiler social de forma preferencial.

· Definir e implementar una estrategia específica de lucha contra la exclusión residencial/sinhogarismo, basada en un enfoque de derecho humano a la vivienda con el apoyo administrativo.

Durante el año 2019 se atendieron en el centro Samaría de atención a personas sin hogar, de Alcázar de San Juan a 368 personas y con 54 se realizaron procesos de recuperación personal.

Los actos de sensibilización que estamos organizando están muy limitados por las circunstancias sanitarias actuales y serán fundamentalmente difundidos desde las redes sociales, incluido el acto de Ciudad Real que se retrasmitirá por Facebook de Cáritas diocesana, donde se leerá el manifiesto de esta campaña.

Todos hemos sentido una especial vulnerabilidad y fragilidad por la situación generada por la pandemia COVID19. Es un buen momento para ponernos en el lugar del otro, preguntarnos por la realidad que están viviendo las personas más vulnerables y tomar consciencia.