Miguel Esteban afronta la recta final de una campaña de vendimia “atípica, pero de buena calidad”
El municipio toledano, cuyo término municipal está dedicado en un 90% al viñedo, afronta estos días la recta final de una campaña de vendimia atípica marcada por la pandemia del Covid-19.
Vendimiadores, tractoristas y bodegueros se han adaptado a la nueva normativa para poder cumplir con todos los protocolos y que la cosecha de la uva se lleve a cabo sin problemas.
El alcalde miguelete, Pedro Casas, que ha visitado las dos Cooperativas para interesarse por el desarrollo de la campaña de vendimia, ha recordado que “Miguel Esteban es un municipio vitivinícola y el viñedo es un pilar fundamental de nuestra economía porque prácticamente todas las familias migueletas están vinculadas de una forma u otra a la agricultura”.
Asimismo, ha resaltado que “las cooperativas vitivinícolas de Miguel Esteban son un motor económico y grandes generadoras de empleo y riqueza en nuestro pueblo” por lo que ha agradecido el esfuerzo que han realizado este año para adaptarse a la realidad que estamos viviendo.
Cooperativa Nuestra Señora del Carmen
El gerente de la Cooperativa Nuestra Señora del Carmen, José Verdugo, ha resaltado que la cosecha de este año es buena en calidad y normal en cuanto a cantidad, “ya que el año pasado se produjo una merma importante de cosecha debido al calor”.
En lo que se refiere a las medidas de prevención frente al Covid-19, se ha reforzado la plantilla con 15 personas más para evitar que los socios tengan que bajarse de los tractores, “excepto en ocasiones donde haya problemas con los cierres”.
Tampoco se firman talones en las oficinas, las mascarillas son obligatorias y los trabajadores están divididos por zonas para facilitar los confinamientos en caso de brote.
Verdugo ha recordado que la cooperativa celebraba este año su centenario, pero todos los actos tuvieron que ser suspendidos por la crisis del coronavirus. No obstante, confía en que puedan llevarse a cabo el próximo verano.
En cuanto a los proyectos, José Verdugo ha explicado que en Miguel Esteban “las viejas viñas se van arrancando y el agricultor está poniendo otro tipo de cultivos como el pistacho y el almendro. En este sentido, la cooperativa está invirtiendo para poder recoger aceituna y frutos secos.
La Cooperativa Nuestra Señora del Carmen cuenta con unos 1.300 socios, recoge unos 30 millones de kilos de uva, de los que cuales el 25% es uva tinta y el 75% blanca. La variedad dominante es airén, mientras que en tinto el 50% es tempranillo y el otro 50% tinto de la pámpana blanca.
Cooperativa San Isidro
El gerente de la Cooperativa San Isidro, Jesús Navarro, ha señalado que “se espera un buen año de campaña de vendimia, en torno a un 30-35% más que el año anterior, lo que supone una cosecha media-alta, además de una buena calidad”.
En cuanto a las medidas de prevención frente al Covid-19, Navarro ha indicado que “hemos trabajado muy duro con los servicios de prevención y en colaboración con el Ayuntamiento y otras administraciones para garantizar el buen funcionamiento”. En este sentido, afirmaba que se ha puesto seguridad privada en las entradas de la cooperativa para evitar el acceso, se ha dotado de EPIS a todos los trabajadores y se ha prohibido a los agricultores que se bajen para las labores de descarga, “todo con el fin de protegernos a nosotros que también redunda en protegerse a ellos mismos”. A nivel interno, también se hacen test periódicos a los trabajadores.
El gerente de la Cooperativa San Isidro ha dado las gracias a los trabajadores, a los socios y a los habitantes de Miguel Esteban “por la responsabilidad con la que han afrontado la vendimia”.
En lo que respecta a los proyectos de la bodega, Jesús Navarro ha resaltado que sus redes comerciales se encuentran muy enfocadas a la zona de China y del continente asiático y, aunque todos los planes se frenaron como consecuencia del Covid-19, parece que poco a poco se está retomando la actividad.
Asimismo, están trabajando en diferentes proyectos de inversión. Uno de ellos es la gestión de residuos, para evitar el vertido de residuos en vía pública, y el otro es un proyecto de energías renovables, “una apuesta por las fotovoltaicas con el fin de poder corregir una gran parte de nuestro coste, que es la energía eléctrica”.