Como complemento a las auditorías que en Castilla-La Mancha realizan empresas acreditadas por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) en la Norma UNE-EN/ISO 17065 Certificación de Producto y que son las encargadas de velar por el complimiento del Pliego de Condiciones de la Denominación de Origen La Mancha, el Consejo Regulador La Mancha está ultimando la redacción de su reglamento interno, que especifica de una forma mucho más detallada y minuciosa los requisitos que deben cumplir las bodegas que deseen comercializar vino con Denominación de Origen La Mancha.
El reglamento tiene como principal objetivo contribuir a que se siga potenciando la calidad de los vinos y regular las normas de funcionamiento de la ICRDO La Mancha, más allá de lo establecido en sus estatutos o en el propio Pliego de Condiciones, basándose sobre todo en lo concerniente a la precinta de garantía o tirilla que la ICRDO facilita una vez que se cuenta con la partida apta validada por la empresa de control con la que trabaje la bodega.
Además, el reglamento interno, determina que la propia ICRDO La Mancha, como órgano de gestión de los vinos con Denominación de Origen, pueda requerir a sus operadores (bodegas o plantas de envasado) los registros pertinentes para verificar, que la tirilla o precinto de calidad que otorga a los vinos, en verdad cumple con lo establecido en la normativa aplicable y en la categoría de vino a la que se otorga. En definitiva, si dispone de existencias de vino suficientes según la variedad especificada, la añada o el tipo de vino (joven, tradicional, crianza, reserva o gran reserva).
En resumen, la firmeza y la estricta vigilancia forman parte de la supervisión por la calidad establecida en el seno de la Denominación de Origen con sus bodegas, que voluntariamente se han autoimpuesto un Pliego de Condiciones que dé garantías al consumidor al respecto de la trazabilidad y calidad del vino al amparo de esta figura de calidad.
Trazabilidad: de la vid a la copa
El seguimiento se fija exhaustivo ya en las propias parcelas acogidas a la Denominación de Origen La Mancha. Así, dicha trazabilidad se marca desde la entrada con los resguardos de tiques de uva en la vendimia para la comprobación de que no se exceden los rendimientos máximos, hasta la comercialización del vino, que siendo con DO La Mancha deberá tener siempre una tirilla identificativa (única para cada botella en cada lote) que funciona “como DNI” del propio vino acreditando su tipología y aptitud por la bodega de cara a la mayor transparencia en el consumidor final.
Auditorias y controles pioneros en Castilla-La Mancha
Desde el año 2007, una vez que el Gobierno de Castilla-La Mancha estableció que los controles de Calidad y trazabilidad de los vinos se tenían que hacer a través de empresas acreditadas en la Norma UNE-EN/ISO 17065 Certificación de Producto, el Consejo Regulador decidió apostar por crear su propia empresa certificadora, denominada Empresa de Control e Inspección La Mancha (ECI La Mancha), la cual logró su acreditación por parte de ENAC en 2011, siendo así la primera de Castilla-La Mancha en hacerlo y una de las pioneras de España.
Posteriormente, cuando hubo garantías plenas de que era posible integrar la empresa de control dentro de la estructura del propio Consejo Regulador, en enero de 2019 se llevó a cabo la absorción, comenzando a operar tal y como venían haciendo en otros lugares de España.
Hay que señalar que estas auditorías supervisan anualmente la producción obtenida (en base a los rendimientos establecidos en el pliego de condiciones), el stock de existencias de vino y las declaraciones obligatorias que debe realizar en el sector vitivinícola, publicadas posteriormente por el propio Ministerio.
Además, el auditor establece una recogida aleatoria de muestras de producto que posteriormente se somete a diferentes controles de calidad.
Por un lado, de naturaleza físico-química, realizado por laboratorios que cumplan y estén acreditados bajo la norma UNE-EN / ISO 17025, para verificar que los vinos cumplen con los requisitos establecidos en el pliego de condiciones de los Vinos de la Denominación de Origen La Mancha.
Por el otro, se completa con los controles organolépticos sometidos por el panel de cata profesional, cuyo juicio de cata somete a los vinos analizados a severos controles de defecto y revisión, para que lleguen al consumidor en condiciones aptas. En este sentido, la ICRDO La Mancha es el primer organismo en la comunidad de Castilla-La Mancha en la posesión de un panel de cata acreditado por ENAC, en marzo de 2020, bajo la norma UNE-EN / ISO 17025.
Con ello, se garantiza una imparcialidad en el proceso realizado además de forma digital y totalmente anónima en el control de las muestras.
Los vinos manchegos refuerzan su posicionamiento en su apuesta por la promoción y la calidad como pilares presentes de su identidad.
A pesar de los vaivenes recientes en el consumo, provocados por la pandemia, el Consejo Regulador no pierde la perspectiva y ya piensa en la recuperación en un plazo medio (segundo semestre de 2021), contando con la calidad como senda marcada.
De hecho, ha sido la calidad y el rigor técnico en sus controles, junto con una mayor y paulatina profesionalización de las estructuras comerciales de sus bodegas lo que ha motivado una progresión de mercado en la reciente trayectoria de los vinos con Denominación de Origen La Mancha.
De esta manera, se explica el crecimiento y la apuesta por el vino embotellado en la última década, con una media de 77,5 millones de botellas comercializadas (0,75 cl) en los últimos siete años.