En la mañana del martes los niños del Centro de Estudios Tribu han visitado los azulejos quijotescos del parque Cervantes de Alcázar de San Juan.
La visita ha sido organizada por los monitores del centro y ha estado coordinada por la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan que ha realizado esta charla como una más de sus actividades educativas.
A modo de introducción, los niños han tenido ocasión de conocer la inmortal novela de Miguel de Cervantes con una edición infantil que han aportado los cervantistas alcazareños, sorprendidos favorablemente porque la mayoría de los niños conocen sobradamente a los principales personajes de la novela: Don Quijote y Sancho Panza.
Posteriormente han tenido ocasión de seguir en los azulejos las aventuras más conocidas que en ellos se representan, como la aventura del vizcaíno, la de los molinos de viento, la de los rebaños de ovejas, la del yelmo de Mambrino o la de Clavileño -el caballo de madera- con que los duques se burlaron de los famosos personajes.
Particularmente les han gustado las escenas nocturnas en las que además del cielo en un bonito color azul oscuro destacan la luna y las estrellas. Y han identificado perfectamente todas las escenas que tienen lugar en de noche: la conversación con los pastores, el encuentro con los encamisados y el cuerpo muerto, la tercera salida hacia el Toboso, el mono adivino y las aventuras nocturnas con Clavileño.
También les ha llamado mucho la atención la aventura de los batanes, en la que además de desarrollarse por la noche, algún azulejo tenía imágenes graciosas que denotan el miedo que pasó Sancho Panza -sin separarse ni un palmo de don Quijote- debido al enorme ruido que no sabía de donde provenía.
En resumen, una visita muy provechosa de la que hemos salido con un nuevo caballero nombrado en el transcurso de la misma, ya que uno de los niños ha hecho de ventero y con un dominio perfecto del ritual ha nombrado caballero al guía de la Sociedad Cervantina. Ha sido una actividad cultural casi perfecta, pero hay que reclamar desde aquí que este patrimonio cultural de primer orden se someta a una rehabilitación en profundidad y a un cuidado de este bien público, porque el vandalismo lo está destruyendo a pasos agigantados.