El 24 de junio, onomástica de San Juan, siempre ha sido para Quintanar un día importante al celebrarse las fiestas de Moros y Cristianos en honor a este santo. Sin embargo, la llegada de la pandemia truncó toda la actividad social y cultural que ahora, se va recuperando poco a poco y con todas las precauciones, con actos que no congreguen a demasiadas personas ni que supongan un riesgo para la ciudadanía.
Es por eso, que las hogueras y verbenas que tradicionalmente se realizaban la noche del 23 en este emblemático barrio quintanareño que lleva el nombre de San Juan y donde se levanta su ermita, aún han quedado aparcadas y tan sólo se han celebrado los actos religiosos en honor al santo.
Así, la tarde del jueves, tenía lugar una misa en la ermita de San Juan presidida por el párroco D. José Antonio Escobar y que contó con la presencia de concejales de la Corporación Municipal, así como la presidenta de la Asociación de Moros y Cristianos, María Toledo y miembros de su junta directiva.
En la ermita además, se pudo venerar la imagen del santo al que tanto cariño tienen los quintanareños y, más especialmente, los vecinos y vecinas de este barrio.