Según la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, y por la que también se le condena a indemnizar a la víctima con 1,1 millones, se considera probado que, sobre las 5.30 horas de la mañana del 25 de junio de 2016, la víctima pisó "de modo involuntario a R.T.T., quien reaccionó de forma agresiva, por lo que ambos se enzarzaron en una discusión que hizo que el portero los echara del local".
Entonces el agresor, tras decirle a la víctima "te vas a enterar", fue a casa de su padre que estaba en la misma calle y cogió una tijera y dos cuchillos de cocina de grandes dimensiones con los que, "con intención de acabar con la vida" de la víctima se abalanzó sobre el apuñalándole por la espalda "de manera totalmente sorpresiva y repentina, anulando cualquier capacidad de defensa de la víctima".
Las dos puñaladas que le asestó le provocaron diversas heridas de las que tuvo que ser operado y que, a su vez, hicieron que la víctima sufriera un shock hemorrágico que desembocó en una lesión neurológica causante de un coma irreversible, que ha provocado que el joven de 34 años permanezca ingresado en una residencia para poder ser atendido.
El Tribunal ha tenido en cuenta que el acusado --que durante el juicio pidió perdón a la familia de la víctima-- ingirió en la noche de los hechos alcohol y otras sustancias por lo que se ha considerado la atenuante analógica de responsabilidad penal de embriaguez porque aquella noche "su capacidad cognoscitiva y volitiva resultaba levemente afectada".