Además, se condena al acusado a dos años de inhabilitación para el ejercicio de la caza.
Los hechos juzgados se remontan al año 2012 cuando agentes medioambientales de la provincia de Ciudad Real localizaron el cadáver de un buitre negro supuestamente envenenado en el término municipal de Agudo.
En los siguientes días y tras realizar las correspondientes inspecciones, agentes medioambientales junto a componentes de la Unidad de Investigación de Venenos de Ciudad Real (UNIVE) y de la Unidad Canina de Albacete, localizaron los cadáveres de otros tres buitres leonados y el cadáver de una oveja comido por los buitres.
Concluidas las investigaciones, los agentes medioambientales elevaron el correspondiente atestado al Juzgado de Instrucción de Almadén (Ciudad Real).
Las necropsias de los animales del centro de recuperación de referencia "El Chaparrillo" y los análisis toxicológicos realizados en el laboratorio de toxicología del IREC demostraron que tanto en los buitres como en el cadáver de la oveja se hallaba el mismo producto tóxico, llamado Oxamilo, y que, según dicta la sentencia condenatoria, queda demostrado que el cadáver de la oveja fue utilizado como cebo para la eliminación de los buitres.