Según ha informado este martes en una nota de prensa la Policía Nacional, seis de los arrestados -cuatro hombres y dos mujeres- fueron sorprendidos cuando procedían a evacuar de forma ordenada bolas de hachís de su organismo, que previamente habían ingerido, cuando estaban en el interior de la vivienda del séptimo detenido, que era el encargado de distribuir la droga por una conocida zona de la ciudad.
Tras comprobar que llevaban droga en su interior, estas seis personas detenidas fueron llevadas inmediatamente al Hospital Santa Bárbara de Puertollano ante el riesgo que corrían, donde se les practicaron pruebas médicas que confirmaron la presencia de cuerpos extraños en el interior de sus organismos.
Cuando fueron puestos a disposición judicial, los seis detenidos habían expulsado 102 bellotas de hachís, que portaban en el aparato digestivo cuando fueron detenidos.
La Policía ha recordado que se conoce con el calificativo de "mulas" a personas que transportan droga en el interior de su cuerpo tras haberla ingerido previamente con ayuda de lácteos u otros productos inocuos, para intentar minimizar la acción de los ácidos gástricos, ya que éstos podrían deshacer la fina película de látex que envuelve cada una de las "bellotas" de droga, como se denomina a las bolas de las sustancias ingeridas.
Si la droga entra contacto directo con la bolsa estomacal o con el tejido intestinal podría provocar la muerte de la persona que la lleva en su organismo, de ahí que los seis detenidos fueran trasladados al Hospital de Puertollano, ha añadido.
Su detención ha culminado las investigaciones que se iniciaron después de que en agosto se detectara la presencia de un individuo que hacía movimientos sospechosos por una conocida zona de Puertollano, y cuyo seguimiento permitió determinar que se dedicaba a suministrar droga a otras personas, para lo que realizaba numerosas salidas de su domicilio con diferentes vehículos.
Cuando los policías entraron en su domicilio para efectuar un registro y arrestarlo, los agentes encontraron en su interior a los otros seis arrestados que tenían bolas de droga en sus organismos, lo que confirmó las sospechas policiales de que todos integraban una organización criminal perfectamente estructurada.