Los miembros de este clan no dudaban en acceder a viviendas aunque sus moradores estuvieran dentro, ni en ejercer violencia sobre ellos en caso de ser preciso, según ha informado hoy la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha.
Las investigaciones comenzaron a finales de 2017, cuando en la comisaría de Ciudad Real se recibió la denuncia de un varón de 80 años que vio cómo un desconocido de nacionalidad extranjera accedía a su domicilio por la ventana (previo escalo por la pared de un solar anexo), para agredirle y abrir la puerta para que una segunda persona pudiera entrar.
Los autores, que abofetearon repetidamente a la víctima, abandonaron la vivienda después de sustraer 20.000 euros que estaban guardados en el armario de un dormitorio.
Los autores regresaron en dos ocasiones más ante la creencia de que la víctima pudiera guardar más dinero en otras estancias de la vivienda.
A partir de ese momento los investigadores pudieron averiguar que los autores serían miembros de un clan familiar de nacionalidad extranjera asentado en la localidad de Malagón (Ciudad Real) y cuya principal actividad conocida sería la de ejercer la mendicidad por diferentes localidades de Toledo, Ciudad Real y Madrid.
Esos momentos eran los que aprovechaban algunos de los integrantes del clan para captar información acerca de potenciales víctimas para los robos, preferentemente personas mayores que pudieran vivir solas.
La colaboración entre las comisarías de Ciudad Real y Toledo, donde también se estaba investigando a las mismas personas por hechos de idénticas características cometidos en la capital castellano-manchega, condujeron a la realización de un registro domiciliario el pasado 29 de enero en Malagón, donde se detuvo al cabecilla del clan y se intervinieron diversos efectos.
El jefe del clan -a quien se le imputan 5 robos con fuerza (cuatro en Ciudad Real y un quinto en Toledo)- fue puesto a disposición judicial y se decretó su ingreso en prisión provisional.
Las pesquisas continúan para tratar de localizar a otros dos miembros, uno de los cuales podría haber huido a su país para asegurar parte del botín conseguido en los robos.