Uno de los agentes que acudieron a la vivienda, donde ocurrieron los hechos en febrero de 2.017, asegura que cuando llegaron vieron a las víctimas en el suelo y al acusado de pie, en calzoncillos y con un cuchillo en la mano.
Y le dijo a los agentes que “lo que tenía que hacer, ya lo había hecho” y dejó el arma en el suelo.
Según los investigadores, el acusado discutió con su mujer por temas de dinero, y al mediar la hijastra mató primero a ésta y después a la madre.
Los Guardia Civiles que se encargaron del atestado han manifestado que el acusado al principio no quería declarar en el cuartel, pero después cambió de opinión.
Reconoció ser el autor de los hechos, mostro su arrepentimiento y aseguró a lo agentes que la mujer le había arruinado tras gastarse todos los ahorros que el tenía, unos 300.000 euros.
OTROS TESTIGOS
También ha declarado, como testigo, la cuñada del acusado. Asegura que cuando se enteraron de su relación con la víctima, ella y su marido le recomendaron que no se casara y que si lo hacía pidiera separación de bienes, porque la mujer solo se movía por intereses económicos.
Ha dicho que las dos victimas, madre e hija, hacían compras desorbitadas y que el acusado, días antes de los hechos, le indicó a su hermano que estaba arruinado.
La cuñada ha declarado que el acusado tuvo problemas de salud mental, no demuestra sentimientos y quería separarse de su mujer cuando vio que le había dejado sin dinero.
Recordar que la fiscalía pide para este hombre una peña de 48 años y medio de cárcel por un doble delito de asesinato, pena que las acusaciones elevan a 50 años. Mientras, la defensa solicita la libre absolución del acusado por entender que actuó con sus capacidades mentales mermadas.