Una crisis que, según Sánchez-Migallón, ha ido desgastando al colectivo. Son unos 200 colegiados en la provincia, pero solo están abiertos unos 40 o 50 despachos de arquitectos. Unos despachos que malviven, apenas hay proyectos de obra nueva y solo suelen tener una media de dos proyectos de construcción por año. Asegura que algunos despachos de arquitectos de Ciudad Real han tenido que cerrar y trasladarse a otras provincias.
Teodoro Sánchez-Migallón critica que las administraciones hayan olvidado en muchas ocasiones a los arquitectos. Y en cuanto a Ciudad Real capital, ha manifestado que continúa la idea que se vienen repitiendo desde hace tiempo: que desde el punto de vista arquitectónico es una de las capitales más feas de España. Ha destacado la singularidad del edificio del Ayuntamiento,dice que le gusta el edificio del conservatorio de música, destaca que el campus universitario es un poco irregular en su construcción y defiende la necesidad de recuperar edificios históricos como el de la antigua Biblioteca Publica del Paseo del Prado.