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La sentencia, que fue de conformidad en cuanto a la materia penal, condena a un ginecólogo y a una matrona como autores de un delito de lesiones por imprudencia profesional menos grave a la pena de nueve meses de multa, a razón de una cuota diaria de 10 euros.
Y también condena como responsables civiles directos a las aseguradoras Mapfre y Zurich que, junto al Sescam, deberán indemnizar conjunta y solidariamente a los padres de la pequeña Paula, que actualmente tiene 7 años y sufrió un grave daño cerebral durante el alumbramiento.
La presidente de la Asociación El Defensor del Paciente, Carmen Flores, acusa a la matrona de ocasionar un daño que ni siquiera se puede pagar con la indemnización.
Dice que su actuación no tiene perdón, piensa que debería estar en la cárcel y asegura que su asociación pedirá la inhabilitación de esta profesional sanitaria.
Ascensión, la madre de la niña, acudió el 14 de octubre de 2012 al Hospital de Valdepeñas por encontrarse con síntomas de parto.
Pidió la cesárea pero la matrona dijo que no era necesario, a pesar de que, según la sentencia, había claras señales de alarma en la evolución del parto, y con un proceder negligente no adoptaron las medidas necesarias de pérdida de bienestar fetal.
La niña nació con una parálisis cerebral que ocasionó a la pequeña una tetraplejia.
La madre asegura que apenas han tenido ayudas por parte de las administraciones. Solo 387 euros mensuales a través de la Ley de Dependencia y 700 euros cada seis meses de la Seguridad Social.
Paula está en cama y no se puede manejar, no puede comer, ni vestir y hay que tener cuidado con que no se ahogue. Ascensión reclama un servicio de fisioterapia respiratoria para que su hija pueda respirar con normalidad.
La madre de Paula ha asegurado que la matrona nunca se ha disculpado por lo que sucedió ni tampoco se ha preocupado por el estado de la niña.
El abogado que ha llevado este caso, Francisco Fernández-Bravo, se ha mostrado satisfecho con la sentencia.
Dice que se ha hecho justicia, subraya que el fallo judicial reprocha a las aseguradoras la falta de atención que tuvieron con la niña y el abogado acusa al Sescam de haber tenido abandonada a la familia.
La sentencia es recurrible en lo que respecta a las indemnizaciones, aunque Fernández-Bravo asegura que si hay alguna modificación será mínima.