La fiscalía pide para el acusado 18 años de cárcel por los delitos de maltrato habitual y lesiones y un delito de aborto hacia la mujer, mientras que la acusación particular eleva esta petición a 23 años y la defensa pide su libre absolución.
El hombre ha negado los hechos, ha dicho que durante la relación que mantuvieron en 2.011 y 2.012 en Pozuelo de Calatrava y después en Torralba, nunca la insultó ni la pego, ni tampoco la obligó a abortar cuando se quedó embarazada.
Ha dicho que no es agresivo y que la relación era buena.
Sin embargo, la víctima ha corroborado todos los hechos de los que se acusa a su pareja. Y lo ha hecho con un relato escalofriante, ofreciendo muchos detalles de una situación que ha calificado de horrorosa.
La mujer, de nacionalidad colombiana, ha declarado que el acusado la golpeaba habitualmente, le faltaba al respeto, le insultaba todos los días, y le llegó a poner una bolsa en la cabeza y rociarla con gasolina.
La víctima ha dicho que se sintió sicológicamente absorbida por el acusado y que le presionó a abortar porque el hombre pensaba que el hijo no era suyo.
Dice que el hombre le llegó a amenazarla de muerte si no lo hacía y afirma que tuvo que interrumpir el embarazo por miedo.
La mujer ha indicado que un día pudo escapar y denunciar los hechos. Y que antes no lo pudo hacer porque el acusado se metió en su cerebro y no era ella sino una marioneta.
El juicio está previsto que quede visto para sentencia el próximo jueves.