Ciudad Real |
En declaraciones a Onda Cero, el director del parque, Carlos Ruiz de la Hermosa, ha dicho que el verano ha sido bastante duro, ya que las Tablas de Daimiel tenían antes de la época estival 625 hectáreas encharcadas, y durante los meses veraniegos esta superficie se ha reducido en unas 500.
La situación no es de emergencia pero sí es preocupante, según Ruiz de la Hermosa, ya que el nivel de encharcamiento se asemeja al estado en el que se encontraban las Tablas de Daimiel hace más de diez años, cuando estaban prácticamente secas.
A las escasas precipitaciones se ha unido el hecho de que en junio el río Guadiana dejara de aportar agua al Parque Nacional.
Carlos Ruiz de la Hermosa dice que aún no se ha valorado solicitar un trasvase desde el Tajo-Segura, prefieren esperar al comportamiento que tendrá la pluviometría en los próximos meses, pero asegura que si en diciembre la situación no mejora se tendría que pedir una derivación que viene recogida en un Real Decreto en el que se contemplan hasta 60 hectómetros cúbicos en tres años.
Si se pide el trasvase pero se deniega, la siguiente medida sería utilizar el agua de los pozos de emergencia para humedecer las turbas.
La complicada situación de las Tablas también ha afectado a la avifauna, aunque, según el director del parque, actualmente hay varios miles de cigüeñas y próximamente se espera la llegada de un buen número de grullas.
El hecho de que las Tablas de Daimiel hayan reducido el nivel de encharcamiento ha provocado que el número de visitantes se haya reducido en los últimos meses.