Los encerrados han esperado hasta última hora para recibir un documento en el que la Junta de Comunidades se compromete a crear una mesa de trabajo para analizar y debatir las diferentes reivindicaciones que se han hecho con el objetivo favorecer el futuro de la comarca de Almadén.
El encierro surgió como una iniciativa que intentaba rescatar el espíritu de los encierros mineros de 1.979 y 1.984, aunque también formaba parte de un proyecto cinematográfico que pretende difundir el encierro en un documental.
Nacho, una de las personas que han permanecido en la mina durante once días, ha manifestado en Onda Cero que han sentido el apoyo de la comarca durante todo el encierro y asegura que ha valido la pena llevar a cabo esta iniciativa.
Durante estos últimos once días, los encerrados han dormido en el suelo, han tenido que preparar duchas improvisadas, recibían los alimentos gracias a la colaboración y solidaridad ciudadana y apenas tenían luz, solo algunas bombillas y los cascos.
Cuando han salido a la superficie, lo han hecho con gafas oscuras para que el sol no les dañara la vista.
