En la vista, la mujer acusada de prostituir a su hija menor y discapacitada ha apuntado que su otra hija que había abandonado el domicilio familiar en el municipio de Brazatortas, es la responsable de inducir a su hermana de acusarla de este delitos, todo ello, porque quería "hundirla" y "no la quería".
Durante la primera jornada del juicio, la acusada ha negado que fuera ella la que ofreciera a sus hija a los acusados para mantener relaciones sexuales.
También ha negado que conociera a tres de los cinco acusados, y ha asegurado que solo dos de ellos habían frecuentado su vivienda o una nave en la que tenían ganado.
En cualquier caso, ha asegurado que ninguno de los otros cinco acusados se había podido quedar a solas con su hija, al tiempo que también ha negado que se produjeran llamadas por parte de su hija a cualquiera de ellos.
Su declaración se ha contradicho con la de uno de los testigos que ha comparecido en la vista que, tras reconocer que había mantenido relaciones con la madre, ha afirmado que había recibido alguna llamada telefónica de la víctima.
A su vez, los acusados han negado que la madre les ofreciera a su hija para prostituirla, e incluso, han negado que la conocieran.
Algunos de ellos han indicado que "no se explican" cómo es que la menor los ha llegado a señalar como personas que han mantenido relaciones con ella.
El juicio está previsto que continúe mañana con la declaración de la víctima y el resto de testigos, además de con la presentación de las diferentes pruebas periciales.
El fiscal considera a los cinco hombres autores de un delito de prostitución de menores y a la madre cooperadora necesaria, por el que pide que cada uno de los seis procesados sean condenados a una pena de cinco años de prisión y a la madre además de que sea privada de la patria potestad.
También entiende que los seis son autores de un delito de abusos sexuales con acceso carnal a menores de 13 años, por lo que pide una condena para cada uno de ellos de nueve años de prisión