Los padres de Eva, Manu y Mari Cruces, no cesan en su lucha, y desde que Eva, la niña de la eterna sonrisa falleció, se propusieron darle un sentido a lo que les estaba pasando y decidieron luchar por otros niños para poder conseguir, algún día, un tratamiento para vencer al glicoma difuso de línea media, tumor que la menor no pudo superar.
La escultura, encargada al famoso escultor Juan Saturio, estará ubicada en un parque de Daimiel que pasará a denominarse ‘la eterna sonrisa’, y tiene como fin dar visibilidad a esta enfermedad y que las administraciones se impliquen en la investigación contra el cáncer infantil.
Además, han organizado un torneo de pádel, que se celebrará en Daimiel del 19 al 22 de septiembre próximos, en el que lo recaudado se destinará a investigación y a la asociación de familias de niños con cáncer (AFANION).