Durante la vista oral, el acusado ha reconocido los hechos, a pesar de que decía que tenía lagunas y no se acordaba de todo. Es decir, reconoce que tras mantener una discusión con la víctima en un pub de Puertollano, el 25 de junio de 2.016, fue a casa de sus padres, cogió dos cuchillos y unas tijeras, salió a la calle y le asestó a la otra persona dos puñaladas por la espalda.
El acusado ha declarado que no es una persona agresiva y que todo ocurrió porque en el momento de los hechos había ingerido mucho alcohol y cocaína. Ha hecho uso de su derecho a la última palabra para pedir perdón.
Entre los testigos, ha declarado un amigo de la víctima, que en el momento de los hechos iba con él. Ha explicado que cuando vio al acusado con un cuchillo, avisó a su amigo pero a pesar de todo recibió las dos puñaladas.
Los médicos forenses han manifestado que el alcohol y la droga no habían anulado las condiciones cognitivas del acusado, sabía lo que hacía en todo momento, y que la rabia y la venganza le pudo al joven.
Las diferentes partes han modificado sus peticiones iniciales. La fiscal y la acusación particular pedían 14 años de prisión, pero han rebajado la pena a 10 años por la atenuante del alcohol y la droga que había ingerido el acusado. Mientras que la defensa, de los 2 a 4 años que solicitaba, también se ha unido a los 10 años de cárcel, tal y como ha explicado el abogado de la acusación particular, Ataulfo Solís.
Como responsabilidad civil, al acusado se le pide una indemnización total de 1.150.000 euros. Actualmente, la víctima, que en el momento de los hechos tenía 34 años de edad, se encuentra ingresado en la Fundación “Carmen Arias” de Socuéllamos en estado de coma vigil irreversible.