El uso de la quimioterapia intraperitoneal hipertérmica, conocido por sus siglas en inglés (HIPEC), está estandarizado para el tratamiento de tumores ginecológicos e intestinales, pero por el momento no está normalizado para tratar el cáncer de páncreas.
Se han comprobado buenos resultados de esta técnica en tumores de ovario y colon, pero "era importante conocer sus beneficios en procesos de estómago o páncreas, y en ese sentido estamos avanzando con este ensayo clínico", ha asegurado Martín.
"Implica que Ciudad Real se sitúa en el mapa internacional en técnicas innovadoras con las mayores garantías de seguridad. Creamos una aplicación metodológica segura en el tratamiento de carcinomatosis de la cavidad abdominal", ha añadido.
Además del éxito de la intervención, la importancia de esta técnica también radica, según ha explicado el cirujano y coordinador del ensayo, David Padilla, en que "se inicia en páncreas como ensayo clínico con todos los criterios legales y el aval de la Agencia del Medicamento Europea, así como el registro en Estados Unidos".
Es un paso más, ha añadido Padilla, "ya que no se trata de investigar la posibilidad de aplicar la quimiohipertermia intraperiotoneal en cáncer de páncreas, sino que estamos comprobando sus beneficios mediante ensayo clínico con aval internacional".
Y, para ello, "se parte de un amplio recorrido de éxito, con excelentes resultados en procesos oncológicos de ovario, colon y algunos casos esporádicos en mesotelioma", ha sostenido Padilla, que implica "confirmar los efectos beneficiosos ya obtenidos con esta técnica en otras neoplasias abdominales", ha añadido el jefe de Servicio de Cirugía.
Estos avances son fruto de la colaboración con la Unidad de Investigación Traslacional, cuyos resultados previos en modelo murino tratados con quimiohipertemia aportaban excelentes resultados "disminuyendo e incluso haciendo desaparecer la carcinomatosis pancreática", ha subrayado Padilla, y que ha confirmado Martín: "Ha sido muy eficaz en la extensión del cáncer en páncreas y los resultados de esta fase experimental muy alentadores", ha admitido.
La quimiohipertermia, realizada tras la cirugía citorreductora, consiste en la distribución de un fármaco por toda la cavidad abdominal aplicando calor de forma constante, segura, homogénea y controlable a una presión mantenida, que penetra adecuadamente en los tejidos donde se alojan las células tumorales.
Además, se introduce un sistema de diseminación de fármacos mediante CO2 o dióxido de carbono, que permite el alcance a la totalidad de la superficie peritoneal para evitar la recidiva.
La tecnología que administra la quimioterapia hipertérmica, patentada en Ciudad Real y creada de la mano de un equipo multidisciplinar del hospital del que también forma parte el doctor Pedro Villarejo del servicio de Cirugía, ya está presente en 25 hospitales tanto de España como a nivel internacional y se ha creado un manual sobre su manejo mínimamente invasivo.