Son María y Pilar. Dicen que “no todo ha sido y es tan bonito como se ha tratado de enseñar, las videollamadas y los aplausos, ha habido mucha muerte y sufrimiento”. Cuentan que había “padres y madres que mientras estaban luchando en la UCI contra el virus” sus familiares “no pudieron verlos ni abrazarlos, pacientes que morían en planta porque no se les podía dar la oportunidad de darles su tratamiento en la UCI”.
Una de estas enfermeras relata como “murió uno de los pacientes que era muy joven y desde fuera se escuchaban los gritos de desesperación de su madre al no poderla ver ni despedirse. Su hermana estaba ingresada en planta también bastante pachucha”.
Asegura esta sanitaria que “nunca se me olvidará los gritos de desesperación de esta mujer. Yo estaba con la EPI puesta, me quedaba mucho turno de trabajo por delante y tuve que seguir”.
“Te vas para casa y ves camas acumuladas en la puerta del mortuorio del Hospital y te preguntas cuántas vidas se habrá ido ese día”.
El video comienza con los aplausos de los ciudadanos desde los balcones y con la frase “salir al balcón a las 8 y aplaudir ayuda a nuestros sanitarios, guardar silencio y escucharlos con atención les ayuda aún más”. Y termina de manera contundente: “Ayudémosles para que no tengan que ayudarnos.”