El parque tan solo cuenta con 62 hectáreas inundadas

Activada la batería de pozos de emergencia para inundar Las Tablas de Daimiel

El Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel ha activado la batería de pozos de emergencia para inundar el humedal, garantizar así la invernada de las acuáticas y prevenir la posibilidad de que se produzcan incendios por autocombustión de las turbas.

EFE

Ciudad Real |

Parque Nacional de las Tablas de Daimiel
Parque Nacional de las Tablas de Daimiel | Agencia EFE

El Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel ha activado la batería de pozos de emergencia para inundar el humedal, garantizar así la invernada de las acuáticas y prevenir la posibilidad de que se produzcan incendios por autocombustión de las turbas.

Según ha comprobado EFE este viernes, la activación de la batería de pozos, que fue solicitada hace un mes por la comisión mixta de gestión de los parques nacionales de Castilla-La Mancha a la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), ha comenzado a inundar la zona de la laguna permanente.

Aquí ya se puede observar cómo algunas zonas de este espacio protegido se están llenando de agua, después de permanecer secas durante meses.

La comisión mixta, de la que forman parte la Consejería de Desarrollo Sostenible y el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco), adoptó esta decisión en la reunión celebrada el pasado 20 de noviembre, según informó entonces la directora general de Medio Natural y Biodiversidad del Gobierno de Castilla-La Mancha, Susana Jara.

Tan solo 62 hectáreas inundadas

La activación de los pozos de emergencia se justificaba en que el parque nacional apenas contaba con 62 hectáreas inundadas.

El objetivo que se plantea la comisión mixta con esta petición de agua, decía entonces Jara, es "garantizar la invernada de las acuáticas y también prevenir posibles inicios de autocombustión de las turbas".

La Junta recordaba también que el pasado año esta misma medida funcionó "muy bien" y, junto con las lluvias, se alcanzaron más de 600 hectáreas inundadas en la primavera, lo que tuvo una "importante repercusión" en la biodiversidad del parque.

Tras ello, el Patronato del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel se pronunciaba a mediados de este mes a favor de un trasvase de 20 hectómetros cúbicos de agua desde el Tajo al humedal, una decisión que aunque no estaba en el orden del día, se puso sobre la mesa para que los patronos se pronunciaran, manifestándose en contra de esta medida las organizaciones ecologistas y absteniéndose la Confederación Hidrográfica del Guadiana.

Objetivo de mitigar la falta de agua en las Tablas

La puesta en marcha de estos pozos de emergencia tiene como fin mitigar la falta de agua que sufre el parque nacional como consecuencia del uso que se está haciendo para la agricultura en la zona, lo que ha provocado que desde hace décadas este espacio natural no reciba los aportes naturales de agua que tradicionalmente recibía del Acuífero 23, declarado como sobreexplotado de forma provisional en 1987 y de forma definitiva en 1994, y de los ríos Guadiana y Gigüela.

Actualmente, los derechos de extracción para riego en la agricultura superan desde hace años la capacidad de regeneración del almacén de agua subterránea que es el Acuífero 23, lo que ha llevado a un estado crítico de este humedal del centro peninsular.

De hecho, en los últimos años las Tablas de Daimiel se vienen sustentando mediante las extracciones de agua de los pozos de sequía, de los que se pueden verter en el parque nacional un total de 10 hectómetros cúbicos al año, más 2 hectómetros cúbicos adicionales de las concesiones propias con las que cuenta el parque.

Estos sondeos se han activado ya en varias ocasiones desde el año 2020, la última en el mes de diciembre de 2023, con el fin de mantener encharcada de forma artificial una parte del parque.

La situación de Las Tablas de Daimiel queda muy lejos de la que debería tener a lo largo de todo el año el humedal y que, según el Plan Rector del Parque Nacional, debería contar con un mínimo de 1.400 hectáreas inundadas a comienzos de primavera y 600 hectáreas a finales de verano.