En un comunicado, García, que representa a las familias de tres de las víctimas, ha indicado “su más absoluto alivio por el hecho de que el alto tribunal, más allá de connotaciones jurídicas, dé como ciertos los hechos que han denunciado.”
El letrado añade su deseo de que “por fin, el procedimiento, que se inició en 2016, haya llegado a su fin”. Y es que la sentencia del Tribunal Supremo es firme y por lo tanto el excura deberá ingresar en prisión.
Rodrigo García también ha querido reconocer a la Diócesis de Ciudad Real “cuyo tribunal canónigo ya expulsó en su día del sacerdocio al condenado, un caso inédito sin mediar una condena penal de por medio.”
Además, ha subrayado “la labor de apoyo y de colaboración de la Diócesis de Ciudad Real con la causa penal, con las familias y conmigo mismo” como abogado de la familias a las que representa.
El Tribunal Supremo desestima el recurso de casación interpuesto por el exsacerdote contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla La Mancha, que elevó a 30 años la pena de 22 años y 8 meses que le había impuesto la Audiencia Provincial de Ciudad Real.
Además, confirma una multa por importe de 52.920 euros y una indemnización de 2.000 euros a cada una de las víctimas, según ha informado el Tribunal Supremo en nota de prensa.