La portavoz del equipo de Gobierno, Mariana Boadella, ha manifestado que el consistorio irá comunicando los plazos que se establecen en esta medida a la que están obligadas todos los municipios con más de 50.000 habitantes.
Boadella ha dicho que los ciudadanos pueden estar tranquilos por la puesta en marcha de la ZBE porque no implica que el centro de la ciudad se cierre al tráfico ni que se comience a prohibir o a multar desde el 1 de enero de 2023.
Las primeras actuaciones serán la instalación de cámaras y paneles informativos, que están en fase de adjudicación.
Además, recuerda que el consistorio sigue trabajando en la peatonalización de varias calles del centro y en la creación de aparcamientos disuasorios, como el que se quiere ubicar en el entorno de la estación del AVE.
Boadella reconoce que los tiempos van un poco justos para implantar la Zona de Bajas Emisiones a partir del 1 de enero, aunque la Federación Española de Municipios y Provincias ha solicitado un retraso en la implementación de las medidas.