Por ejemplo, en el Museo Elisa Cendrero y en varios centros de trabajo del consistorio, como en los servicios de limpieza, mantenimiento, jardines y cementerio.
En una primera fase ya se instalaron 8 desfibriladores en el resto de museos y centros municipales donde puede haber aglomeración de personas.
Teniendo en cuenta también los aparatos que hay en la Policía Local y en el Patronato Municipal de Deportes, en total Ciudad Real dispone ahora de 28 desfibriladores.
El concejal de Seguridad Ciudadana, David Serrano, justifica este proyecto debido a que una de las primeras causas de muerte son los problemas cardíacos.
Serrano recuerda que gracias a un desfibrilador, la Policía Local pudo salvar la vida a un vecino en el Barrio del Pilar. En una tercera fase de “Ciudad Real Cardioprotegida” el Ayuntamiento podría instalar más desfibriladores en otros puntos como centros sociales.
El consistorio invierte 12.000 euros para adquirir estos aparatos y además, entre la primera y la segunda fase, 350 trabajadores municipales reciben formación para el uso del desfibrilador.