Se van a repartir 25.000 piperos de papel reciclado. En una parte se podrá poner las pipas o productos con cáscara y en la otra parte se introducirán los restos. Eso sí, después de la bolsa se tiene que tirar a una papelera o a la basura.
El objetivo es ensuciar menos durante las procesiones y evitar que el público tire las cáscaras al suelo para que sea una Semana Santa más sostenible y limpia, como ha dicho la concejala de Sostenibilidad, Mariana Boadella.
Los piperos se repartirán a pie de calle durante las procesiones y también se podrán retirar en tiendas, sobre todo las que se dedican a vender pipas.
Una iniciativa que se pone en marcha en colaboración con el Grupo Tresa Automoción y la revista “Ayer y Hoy”, cuyo director, Miguel Ángel Gómez, ha subrayado que la Semana Santa de Ciudad Real es muy importante y es necesario llevar a cabo una cultura de limpieza.