Herrera, que formó parte de Podemos Castilla-La Mancha y fue concejal en el Ayuntamiento de Ciudad Real, sufrió un accidente en Año Nuevo en Sojuela (La Rioja), que se encuentra bajo investigación por la Guardia Civil, y al que se le había propuesto para una sanción por no señalizar su vehículo accidentado y por distracción en la conducción.
A partir de ese día, los diferentes partidos políticos, incluido el suyo propio de Podemos, había pedido su dimisión o cese, que hasta hoy no se habría producido.
Una dimisión que no se trataría de una cuestión política sino por la "campaña de acoso organizada por la extrema derecha", que lleva sufriendo desde la noche del accidente.
De hecho, el director general de Participación Ciudadana denunciará esta mañana ante la Policía Nacional amenazas de muerte, acoso a través de carteles en el entorno de su domicilio, y que, incluso, han llegado a intentar matar a sus perros.
Herrera ha definido el momento que está viviendo como "una muestra de fascismo y derrota de la democracia" y compara su situación con la que atraviesa el vicepresidente Pablo Iglesias.
Entre las pruebas presentadas se encuentran cartas recibidas en su domicilio y en la consejería de Podemos, además de mensajes en redes sociales.