La puesta en marcha de estos pozos, que aportarán un caudal de 1 metro cúbico por segundo durante ocho horas diarias, permitirá que se completen los ciclos biológicos de la biocenosis presente en este espacio natural, tanto de la fauna como de la flora, ha informado el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico en nota de prensa.
UNA ESCASA SUPERFICIE INUNDADA
En estos momentos, el Parque Nacional presenta una escasa superficie inundada: Se trata de 220 hectáreas focalizadas en la zona de turbas asociadas al cauce del río Guadiana. A esta situación se suma la tendencia descendente de la superficie encharcada, causada por el incremento de la evapotranspiración provocada por el aumento de las temperaturas.
En la zona inundada comprendida entre el Molino de Molemocho y el paraje del Ojillo han aflorado praderas de carófitos --plantas acuáticas conocidas como ovas-- y una buena nidificación de aves acuáticas como pato colorado (Netta rufina), porrón común (Aythya ferina), focha común (Fulica rufa) o morito (Plegadis falcinellus), entre otras.
De mantenerse la tendencia descendente de la inundación, se comprometería la nidificación de las aves presente en la zona y la posibilidad que las plantas acuáticas finalizasen su ciclo vital, produciendo esporas que permitan su regeneración futura.