Una familia de Ciudad Real ha querido agradecer públicamente a la Policía Nacional la ayuda que varios agentes les prestaron cuando su bebé comenzó a convulsionar y quedó inconsciente cuando iban en su vehículo por una calle de esta capital manchega.
El bebé no respondía a ningún estímulo
La familia se ha vuelto a encontrar este jueves con los agentes que les ayudaron, en la simbólica Puerta de Toledo de Ciudad Real, en el marco de un acto de reconocimiento a los agentes, en el que la madre del pequeño Mateo, Diana, les ha querido dar las gracias por el auxilio que le prestaron a su marido y ella cuando su hijo no respondía a ningún estímulo.
En declaraciones a los medios de comunicación, unos de los agentes que intervino en el auxilio ha explicado cómo pudieron salvar la vida del niño recuperándolo de un complejo cuadro clínico con fuertes convulsiones febriles y síntomas de asfixia por posible atragantamiento.
Tenía la boca taponada de flemas
Los hechos ocurrieron el pasado 18 de diciembre de 2021, cuando dos patrullas uniformadas de la Policía Nacional acababan de abandonar su base en la Comisaría Provincial de Ciudad Real para atender un servicio y, al final de la calle, fueron requeridos "in extremis" por un matrimonio con un bebé en brazos que pedía auxilio.
Inmediatamente, los agentes asistieron a la pareja y se hicieron cargo del menor, solicitando con máxima urgencia una UVI móvil en vista de la gravedad de la situación.
Uno de los policías tumbó al bebé sobre su antebrazo para darle repetidas palmadas en la espalda con la mano hueca, a la altura de los omóplatos, al tiempo que realizaba compresiones en su tórax para estimularlo y que expulsase cualquier cuerpo extraño.
Afortunadamente, y ante la insistencia del agente en la maniobra, el bebé reaccionó y expulsó la densa flema que dificultaba su respiración, quedando estabilizado hasta la llegada de los servicios médicos.
Sentimientos "muy bonitos" al reencontrarse con los agentes
La UVI móvil asistió y trasladó al bebé al Hospital General de Ciudad Real donde el personal sanitario le examinó y, tras numerosas pruebas, se confirmó que el menor había sufrido un caso severo de crisis convulsiva asociada a fiebre.
Por su parte, la madre del bebé ha señalado que se trata de episodios de crisis que, si bien en ocasiones son "inofensivos", en otros casos extremos pueden derivar en la obstrucción de la vías respiratorias o incluso en parada cardiorrespiratoria.
Y ha comentado que ha tenido sentimientos "muy bonitos" cuando se ha reencontrado con los agentes, porque les ayudaron a mantener con vida a su hijo cuando este corría "un serio peligro".
Los agentes han reconocido que, aunque reciben formación en la Academia para enfrentarse a este tipo de situaciones, siempre es complicado lograr que todo salga bien y han concluido que "es una satisfacción muy grande ver al niño ahora venir andando y saber que tuvimos la suerte de poder salvarle la vida".