Los hechos ocurrieron el pasado sábado cuando una patrulla comprobó que en un inmueble de la calle Joaquín Costa se estaba celebrando una fiesta.
Según el parte policial, no solo se excedía el máximo legal de personas no convivientes en un lugar cerrado, sino que también se dificultó el trabajo supervisor de los agentes de la autoridad.
La organizadora o titular se enfrenta a una posible sanción de 3.001 a 60.000 euros por no permitir el acceso de los agentes al inmueble donde se organizaba el evento.
Por otra parte, el domingo sobre la una de la madrugada, se denunció a un joven por no respetar el horario de limitación de la libertad personal, conocido como toque de queda.
Las dos propuestas de sanción se han remitido a la Delegación Provincial de la consejería de Sanidad.