El primero de los detenidos, un repartido de alimentos, fue detectado por una patrulla de la Policía Nacional durante un control rutinario. Tras darle el alto para identificarle y solicitar que justificase el motivo de su desplazamiento, los agentes detectaron que llevaba oculto entre sus ropas 26,4 gramos de hachís.
De manera inmediata se inició una investigación, que permitió averiguar que el detenido aprovechaba su condición de repartidor para moverse con total libertad por la ciudad y acudir a los domicilios de consumidores habituales para hacerles entrega de las sustancias estupefacientes que éstos demandaban.
Las gestiones realizadas por los agentes permitieron averiguar que esta persona no actuaba sola, sino que había implicadas otras dos personas que vendían sustancias ilegales en las proximidades de sus respectivos domicilios.
Ante la evidente gravedad de los hechos, se realizó un registro en uno de los domicilios investigados, en el que se incautaron 267 gramos de hachís, 10,7 gramos de marihuana, una báscula de precisión y 315 euros en efectivo, además de diferentes útiles para elaborar las dosis.
El tráfico de drogas y el riesgo de contagio
La Policía Nacional advierte de que existe el tráfico de drogas puede conllevar un gran riesgo de contagio, ya que en el caso de que se hubiera alguna persona infectada por COVID-19 entre compradores o vendedores, el riesgo de contagio sería muy elevado y podría tener unas consecuencias muy graves, al menos en términos cuantitativos, en un corto periodo de tiempo.
La Policía Nacional de Ciudad Real dispone del número de teléfono 926-227722 y el correo electrónico antidroga@policia.es para que los ciudadanos comuniquen cualquier información sobre tráfico de sustancias estupefacientes, de forma anónima, si lo desean.